El Gusto
El sentido del gusto se encuentra en la lengua. La lengua es un órgano musculoso ubicado dentro de la boca o cavidad oral. La sensación que un alimento produce en el sentido del gusto se llama sabor. Los alimentos pueden ser dulces o salados, ácidos o amargos, detectar esos sabores, es función de las papilas gustativas en la boca; su importancia depende de que permita seleccionar los alimentos y bebidas según los deseos de la persona y también según las necesidades nutritivas. El gusto actúa por contacto de sustancias químicas solubles con la lengua. El ser humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores como respuesta a la combinación de varios estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto. El sentido del gusto depende de la estimulación de los llamados "botones gustativos", las cuales se sitúan preferentemente en la lengua, aunque algunas se encuentran en el paladar; su sensibilidad es variable.
Según su forma se conocen 3 tipos de papilas.
1. Papilas fungiformes: Tienen forma de hongo y se encuentran distribuidas en la parte anterior del dorso y bordes laterales de la lengua. Son sensibles a los sabores dulces, ácidos y salados
2. Papilas caliciformes o lenticulares: Tienen forma de cáliz o copa y se distribuyen cerca de la base de la lengua formando una V; captan los sabores amargos.
3. Papilas filiformes o cónicas: Tienen forma de filamento y se encuentran en la punta y bordes laterales de la lengua a diferencia de las papilas fungiformes y caliciformes no tiene función gustativa, solamente son receptores táctiles y captan la temperatura.
Los sabores se perciben selectivamente en la lengua; de forma tal que:
a) Los dulces se captan en la punta.
b) Lo ácido o agrio en los bordes.
c) Lo amargo en la parte posterior.
La lengua, además de su función gustativa interviene en los procesos de:
a) Masticación
b) Deglución
c) Articulación de las palabras
Fundamentos del sentido del gusto
Aunque constituye el más débil de los sentidos, está unido al olfato, que completa su función gracias a las papilas olfativas. Una demostración de esto, es lo que nos pasa cuando tenemos la nariz tapada a causa de un resfriado, este trastorno distorsiona el gusto de los alimentos y bebidas ingeridas.
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